A menudo ocupan un lugar tan discreto como imprescindible en nuestros platos, y, sabemos que sin ellas nada sería lo mismo.
Las salsas y guarniciones son las encargadas de darle el toque final de sabor multitud de platos, incluso, algunas de ellas se vuelven casi protagonistas por sí solas, como es el caso del pico de gallo o el pisto.
Sirven para casi todo, tanto como para acompañar carnes y pescados, como para acompañar otro tipo de platos como pastas y arroces.
En cuanto a salsas, podemos encontrarnos infinidad de variedades, desde las salsas tradicionales, como el kétchup o la mayonesa, hasta salsas dulces, agridulces o picantes.
más utilizadas para acompañar postres, como son la salsa de chocolate, salsa de caramelo, la crema inglesa, el coulis o la salsa sabayón.
Dentro de las salsas agridulces nos encontramos con la crema agria, salsa de naranja, chutney de piña o la salsa agriducle china o miel con mostaza.
También, para los más atrevidos, se inventaron las salsas picantes, dentro de las cuales destacan el mojo picón, el tabasco, o la salsa de jalapeños.
En cuanto a guarniciones, las más populares son las patatas y el arroz, sin embargo, hay infinidad de guarniciones más, como los crudités de verduras, para los cuales se utilizan principalmente apio, zanahoria o pimiento.
Los encurtidos son guarniciones adecuadas para multitud de platos frescos. Los más utilizados son los pepinillos, cebolletas, ajos, alcaparras y aceitunas.
Los guisantes y los garbanzos son dos de las legumbres más populares para las guarniciones, gracias a su poder saciante. Los guisantes se suelen consumir cocidos y los garbanzos en hummus.
También nos encontramos con guarniciones de origen animal. Los huevos pueden servir de guarnición a multitud de platos, bien sean cocidos, fritos o estofados. Las guarniciones lácteas, formadas normalmente por queso, son indicadas para contrarrestar el sabor picante y ácido de determinados ingredientes. La pasta es uno de los platos que a menudo utiliza este tipo de guarnición, principalmente formada por queso parmesano.
Sin duda las guarniciones son la guinda del pastel. Las encargadas de acicalar nuestro plato y enaltecer su sabor. Un elemento imprescindible si buscamos la receta perfecta.