El salmorejo es un plato que no necesita mucha presentación, ya que pocos platos son capaces de darnos tanto con tan poco.
Cada vez somos menos los que concebimos un verano sin él, ya que si hay un plato estival por excelencia ese es el salmorejo cordobés.
En verano, cuando el calor y el buen tiempo apremian, siempre se agradece un plato ligero y refrescante que nos ayude a sobrellevar el calor y no hay mejor opción que un buen salmorejo.
No podemos hablar de salmorejo sin hablar del salmorejo cordobés, un clásico en la mesa de cualquier andaluz que cada vez aparece con más frecuencia en otros muchos hogares cuando el buen tiempo y el calor empieza.
Este plato tan delicioso como completo, destaca no solo por la generosidad de su sabor, o por la sencillez de su elaboración, sino por ser un plato tan emblemático de la cocina andaluza, especialmente de la cordobesa, que es de los pocos platos que tiene una calle con su nombre rindiéndole tributo.
El salmorejo cordobés ha conseguido lo que pocos platos y alimentos han logrado hasta ahora, y es que, a finales del año 2015, se inaugura la Calleja del Salmorejo Cordobés. En esta calleja podemos encontrar un enorme azulejo donde se comparte la receta del tradicional de nuestro salmorejo cordobés.
Ingredientes para preparar salmorejo cordobés
- 1 kg de tomates maduros
- 200 gr de pan de Telera o pan de trigo
- 100 gr de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- 10 gr de sal
- 1 huevo mediano (opcional)
Ingredientes para la decoración del salmorejo cordobes
- 150 g. de jamón serrano cortado en tacos (opcional)
- un puñado de picatostes o costras de pan ( opcional)
- hojas de perejil fresco ( opcional)
- 1 huevo pequeño (opcional)
Como hacer salmorejo cordobes
1. Preparamos los tomates
Vamos con el ingrediente principal y en torno al cual gira esta popular receta: el tomate.
Lavamos los tomates y con ayuda de un cuchillo les retiramos el pedículo ( restos de tallo y hojas) y el estigma (puntito negro que tiene el tomate en la parte inferior).
Partimos cada uno de los tomates en cuatro trozos, los colocamos en un recipiente aparte y reservamos.
Podemos utilizar la variedad de tomate que queramos para elaborar nuestro salmorejo cordobés, sin embargo los más utilizados son el tomate raf, tomate rama( que no es estrictamente una variedad, sino la forma de presentación del tomate), tomate pera o tomate Daniela.
2. Preparamos el ajo
Partimos el diente de ajo por la mitad y le quitamos la piel. Con la ayuda de un cuchillo, le retiramos el brote verde del centro.
Picamos el ajo en pequeños trozos y lo reservamos junto al tomate.
3. Preparamos el pan
Cortamos el pan en pequeños trozos y lo tostamos durante un par de minutos.
El pan que se utiliza en el salmorejo cordobés es el pan Telera, un pan típico andaluz, y especialmente de Córdoba, caracterizado por su miga blanca y suave y su corteza dorada, además de que será el encargado de darle cuerpo y textura a nuestro salmorejo cordobés.
Este pan y no otro será el que marque la diferencia a la hora de realizar nuestro plato, ya que es el encargado principal de darle a nuestro salmorejo cordobés ese plus de sabor que lo diferencia de otros salmorejos.
Sin embargo, si no podemos conseguir pan de Telera podemos utilizar pan de trigo convencional.
4. Trituramos los ingredientes para el salmorejo
Colocamos los tomates troceados, el ajo picado y los trozos de pan tostado dentro de una picadora o una batidora de vaso,añadimos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y trituramos todo.
Si queremos añadir un extra de cremosidad a nuestro salmorejo cordobés tradicional añadimos un huevo crudo antes de triturar los ingredientes.
5. Servir el salmorejo cordobes
Dejamos reposar el salmorejo durante un par de minutos y lo vertemos directamente sobre el cuenco o recipiente donde vayamos a servir.
Para decorar, podemos utilizar, tal y como manda la tradición, un huevo duro partido en pequeños trozos, un chorro de aceite de oliva virgen extra, picatostes o costras de pan o jamón serrano. También podemos colocar en el centro un par de hojas de perejil fresco si queremos un resultado estéticamente más cuidado.